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Por fin jugará de local en Chillán una copa internacional.
Si no pasa nada extraordinario, los hinchas de Ñublense podrán ver jugar, por primera vez en la historia del club, a los “diablos rojos” un partido de Copa Libertadores en el estadio Nelson Oyarzún Arenas.
Esto porque la Conmebol programó el duelo de ida de la fase 2 del torneo continental para el 19 de febrero, a las 19.00 horas, en el estadio Centenario de Montevideo, y la revancha, para el 26 de febrero, a las 19.00 horas, en el estadio Nelson Oyarzún.
Si bien el organismo rector del fútbol sudamericano recalcó que los recintos están sometidos a cambios, La Discusión confirmó que el estadio chillanejo no corre riesgos y será sede por primera vez de un partido válido por una copa internacional.
Esto porque la primera vez que los “diablos rojos” clasificaron a un certamen de este calibre fue en 2008, cuando con Fernando Díaz accedieron a la Copa Sudamericana.
En aquella ocasión, debieron hacer de local en el estadio Collao de Concepción, porque el antiguo Nelson Oyarzún había sido derrumbado para dar vida al nuevo recinto en vísperas del Mundial Femenino del 2008 que acogió la capital regional como una de las cuatro sedes.
El 2023, cuando Ñublense clasificó a Copa Libertadores con Jaime García como estratega, la ilusión de los hinchas de ver debutar al Rojo en este torneo en casa se diluyó porque la Conmebol y Ñublense decidieron llevar todos los partidos de la fase de grupos, ante Racing, Flamengo y Aucas, al estadio “Ester Roa Rebolledo” de Concepción”.
Si bien la cancha del estadio local no estuvo en sus mejores condiciones en el arranque de la inspección, después cumplía con el estándar, pero igualmente la localía se trasladó a la ciudad penquista. Lo mismo sucedió cuando Ñublense jugó la Copa Sudamericana ante Liga de Quito.
Por eso el 26 de febrero, cuando el equipo busque el paso a la fase 3 jugando en casa, será un día histórico para la capital regional y la hinchada de Ñublense, que tendrán que trasladarse hasta Concepción para ver a su equipo en casa ajena.
La cuadrilla municipal que mantiene el césped ha hecho un trabajo planificado y minucioso para que la cancha luzca impecable ante una posible inspección de la Conmebol. Sin embargo, todo indica que la fiesta se vivirá en Chillán.
